La ley que propone la modernización del sistema previsional peruano sigue su curso, luego de que el pleno del Congreso rechazara reconsiderar la segunda votación por la que se aprobó dicho texto sustitutorio.
Una de las propuestas relevantes en esta reforma es la afiliación de los ciudadanos al Sistema Privado de Pensiones (SPP) o el Sistema Nacional de Pensiones (SNP), según su elección, al cumplir los 18 años.
De no mostrar una preferencia, la incorporación sería automáticamente hacia la Oficina de normalización Previsional (ONP), planteamiento que ha sido cuestionado por algunas entidades técnicas y especialistas.
Una de las razones que respalda el default al régimen público indica que, como los trabajadores del sector informal son de bajos ingresos y tienen baja densidad de cotización, las preferencias van por el sistema de reparto ya que necesitarán de la asistencia del Etsado para contar con una pensión.
Con sus aportes y la reducción de los fondos de pensiones producto del cobro de la comisión por administración, dificilmente alcanzarían a financiar en el esquema privado una pensión mínima similar a la SNP, sostiene un informe del Ministerio de Economía y finanzas (MEF) en favor de esta propuesta.
Sin embargo, la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) objeta la postura del ministerio argumentando que la opción automática a la ONP no contribuiría a alcanzar un mayor bienestar para los afiliados en la etapa de la vejez, dado que este tipo de sistemas de beneficio definido como es el SNP, están desequilibrados estructuralmente.
Además, representaría, en extremo, una barrera para la libre toma de decisiones del trabajador respecto del manejo de us ahorro obligatorio, derecho protegido por la Constitución.
«Es una mala señal al trabajor ya que una potencial mayor productividad laboral, y por consiguiente mejor remuneración, no se verá realmente reflejada en una mayor pensión» sostiene.
Frente a ello, la SBS sugiere la implementación de un bono de reconocimiento.
Según una fuente del sistema previsional, este bono podría compensar a los jóvenes que son afiliados automáticamente a la ONP, pero luego deciden que el sistema privado se ajusta más con sus planes de jubilación.
«A los 18 años, el ciudadano aún no piensa en su vejez lo que podría conllevar una afiliación pasiva al sistema público», complementó.
CARGA FISCAL
Para Enrique Díaz, presidente de la consultora MCIF, la tendencia global es aliviar la presión que genera un sistema de reparto sobre el fisco. Mientras que una propuesta con esta, podría significar una mayor carga de la que ya tiene el Estado para cumplir con el pago a los jubilados actuales, pues los aportes resultan insuficientes, agregó.
«Uno de los problemas centrales de esta reforma es la presión adicional al gobierno que ya atraviesa problemas de incumplimiento en su meta fiscal» expresó.
Se debe trabajar es en la cultura de ahorro pues ningún sistema se sostiene si los afiliados no demuestran capacidad de guardar recursos para su vejez, más informado tomará una buena decisión de afiliación, acotó.
- La SBS refiere que el análisis en favor de una afiliación a la ONP no considera que parte de los aportantes no accederán a ninguna pensión si no contribuyen por lo menos 10 años al sistema, para recibir una pensión proporcional. Los aportes de este grupo, que son los de menores ingresos serán usados para financiar las pensiones de quienes alcancen el número mínimo de abonos, indica. En contraste, el régimen privado premia el esfuerzo individual, añade.